Caminaba la niña
por el suelo mojado
buscando un espejo
sin los ojos vendados
Ya frente al agua
peinaba su pelo
miraba su encanto
rompía el hechizo
chapoteaba
Encontraba en las gotas
algo más que sueños
deseos confusos
jaulas de cristal
meditaba en silencio
mientras salpicaba
Amaba el fonema
del vocablo charco
con che de charanga
de chile, de choza
charol, chato, ¡chispa!
Jugaba a jugar
huía de huirse
atletas arcaicos
y libros calados
de lluvia en Macondo
chaleco y chubasco
Escucha y susurra
melodías, palabras
cantautores zurdos
que empujan su alma
hacia el valle izquierdo
del camino cierto
Y ya vuelve la niña
de sonrisa inquieta
a la che de la chácara
chocolate o quechua
Sigue su camino
con miedo al olvido
como hace el mochuelo
volviendo a su olivo.